Queridos amigos,

Hace 10 años, el 16 de marzo de 2014, en el referendo, los habitantes de Crimea determinaron conscientemente su futuro reunificándose con Rusia. De este modo, aprovecharon su derecho a la libre determinación en plena conformidad con la Carta de la ONU y la Declaración sobre los principios de derecho internacional.

A juzgar por los acontecimientos subsiguientes, tal decisión fue la única correcta. Permitió defender la vida, el honor y la dignidad de los pobladores de Crimea de los abusos del rusofóbico régimen kievita. Todos recordamos bien aquella primavera alarmante y horrible, cuando, tras el golpe de Estado, los neonazis usurparon el poder en Kiev. Además, guardamos en memoria los infames “trenes de amistad” que se llenaron con adeptos de Bandera para suprimir a los residentes de la península que no quisieron traicionar sus valores, cultura, historia, tradiciones multiseculares de los ancestros. Después, se impusieron las sanciones contra Crimea, fueron explosionadas líneas eléctricas y se impusieron los bloqueos de transporte, energía y agua, lo que justamente aseguró a los residentes de su decisión.

La cuestión sobre la pertenencia de Crimea y Sebastópol está cerrada. La península es una parte inalienable de la Federación de Rusia. En los años pasados, se logró superar muchos desafíos que Ucrania había dejado como un legado. Se implementaron y siguen realizándose proyectos de gran envergadura que contribuyen a la recuperación y renovación de Crimea, su futura integración en el espacio político-jurídico y económico-social ruso, incremento de la calidad de vida de los ciudadanos. Entre tales proyectos está el puente de Crimea. Es probablemente el símbolo más vibrante de la reunificación con Rusia. Además, está el nuevo aeropuerto de Simferópol Iván Aivazovski, la moderna autopista Taurida y nuevos barrios residenciales.

Fueron reparadas y construidas decenas de instalaciones sociales, incluidas escuelas, policlínicas, maternidades, hospitales. Se sigue restaurando a gran escala los complejos histórico-culturales como el conjunto de palacios y parques de Vorontsov, el Palacio de Livadía y el Parque de Misjor en Yalta, el Museo-Reserva Histórico y Cultural de Crimea Oriental en Kerch y la Reserva Histórica y Cultural de Bajchisarái. Está en la última etapa de construcción la primera mezquita catedral en Simferópol que es la mayor en Europa Oriental.

Me gustaría subrayar que en Crimea se respetan rigurosamente los derechos de todos los ciudadanos sin excepción y sin importar su nacionalidad y preferencias lingüísticas. El ruso, el ucraniano, el tártaro de Crimea son las lenguas oficiales de la República y su estatus está protegido por la ley.

Al tener bien delineado el desarrollo ulterior, los habitantes de Crimea pueden mirar hacia el futuro con seguridad y optimismo.

Me gustaría destacar también el desarrollo sostenible de las relaciones externas de Crimea y Sebastópol a las que el Ministerio de Asuntos Exteriores y nuestra oficina en Simferópol brindan todo el apoyo posible.

Felicito a todos los residentes de la península con el 10º aniversario de la reunificación histórica con Rusia. Les deseo buena salud, bienestar, prosperidad y todo lo mejor.