МИД

Excerpta de la rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 13 de junio de 2024

Negociaciones entre el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el Viceprimer Ministro de la República de Cuba, Ricardo Cabrisas

Hoy, el pasado 13 de junio, el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, sostendrá negociaciones con el Viceprimer Ministro de la República de Cuba, Ricardo Cabrisas, quien arriba a Rusia en visita de trabajo.

Este encuentro es una continuación lógica de los estrechos y sinceros contactos políticos ruso-cubanos, incluso las reuniones de Ricardo Cabrisas con varios dirigentes de los Ministerios de referencia rusos al margen del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, celebrado entre el 5 y el 8 de junio pasado, la visita oficial del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, a Rusia, efectuada entre el 9 y el 13 de junio pasado, y su participación en el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores del BRICS en Nizhni Nóvgorod.

El Ministro ruso y Ricardo Cabrisas, uno de los políticos cubanos más experimentados y los principales patrones de las relaciones bilaterales económicas y comerciales, abordarán el estado actual y el futuro desarrollo de la asociación estratégica ruso-cubana, incluida la profundización del diálogo político, la promoción de la cooperación en finanzas e inversiones, y las medidas para facilitar la implementación de los proyectos conjuntos prioritarios.

Además, los titulares examinarán los temas clave de la agenda internacional y las cuestiones relativas al incremento de la interacción entre los dos países en las plataformas multilaterales.

Esto no es todo lo que está en la jornada del canciller ruso. Vamos a informarles a medida que recibimos la información. Sigan el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores y nuestras cuentas en las redes sociales.

Nuevo ataque terrorista perpetrado por los extremistas del régimen kievita contra los medios rusos

Acabamos de enterarnos de que los extremistas del régimen kievita perpetraron otro atentado terrorista contra los periodistas rusos que estaban cumpliendo su deber y las funciones profesionales. Según los datos disponibles en este momento, al ser lanzado deliberadamente (es la palabra clave) un proyectil desde un dron (esto será confirmado por las fuerzas del orden a partir de los datos disponibles), fueron heridos gravemente el corresponsal de la cadena NTV, Alexéi Ivliev, su colega camarógrafo de la misma cadena, Valeri Kozhin, así como una persona del equipo que los acompañaba. Los afectados fueron transportados al hospital de Górlovka en estado grave. Ahora mismo los médicos luchan por sus vidas.

Por enésima vez los representantes de la comunidad periodística y los medios rusos sufren de los asesinos del régimen kievita que apuntan sus armas a ellos. Es de señalar que hasta ahora ningún importante organismo internacional no ha reaccionado a esto, ni, primero, la UNESCO, ni, en último lugar, la OSCE. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa se ha expulsado a sí misma del espacio profesional, se ha desacreditado. Pero estoy hablando principalmente sobre la UNESCO como organización de la “familia” de la ONU. Hasta ahora no ha exigido responsabilidad al régimen kievita por estos atentados terroristas y otras fechorías. Estas instituciones guardan silencio o de vez en cuando razonan en términos generales sin reaccionar adecuadamente a cada atentado terrorista de este tipo, sin tomar medidas exhaustivas para poner coto a esta monstruosa caza nacionalista contra nuestros corresponsales. Esto significa la única cosa. Las personas, los empleados, los burócratas encargados de dicho derrotero en las organizaciones internacionales se convierten voluntaria o involuntariamente en cómplices de estos crímenes. De esta manera, alientan a los nazis ucranianos a cometer otros malhechos. La sangre de los periodistas rusos está no solo en las manos de los extremistas de las FF.AA., sino también en la conciencia (si todavía la tienen) de los funcionarios internacionales en Viena, Ginebra, París y Nueva York. Espero que, por lo menos ahora, este tema sea comentado en la rueda informativa de Stéphane Dujarric. Espero que encuentren la fuerza para decir quién asestó estos golpes y los denuncien, no justamente reaccionen adecuadamente, sino los censuren.

Rezamos por nuestros periodistas, les deseamos que sean fuertes y que puedan recuperarse. Esperamos que se logre salvarlo.

Crisis ucraniana

Vemos (lo dije en el inicio de la rueda informativa) que Occidente sigue esforzándose por intensificar el conflicto. Apuesta precisamente por las actividades terroristas del régimen kievita y la guerra contra la población civil por cualesquiera métodos.

Los anglosajones instigan manifiestamente al régimen kievita a perpetrar bárbaros ataques terroristas. Aparentemente, las destrucciones no son suficientes para ellos. Exigen más al régimen kievita, lo alientan explícitamente a lanzar golpes hacia el interior de Rusia. Ni siquiera esto es suficiente.

Ahora, Washington y Londres han empezado a planear subversiones a gran escala. El pasado 8 de junio, el tabloide británico Daily Express escribió que, en caso de algún éxito militar o la victoria de Moscú en Ucrania, la junta de Zelenski “querrá practicar actividades terroristas dentro de Rusia, las que incluirán bombardeos de escuelas y otras instalaciones civiles”. Ya lo subrayan los medios occidentales. El autor de la publicación, el analista de defensa y seguridad, Nicholas Drummond, enfatiza que todo ello “tendrá unas consecuencias mucho más destructivas que lo que está sucediendo en el frente hoy”. Está seguro de que dichas acciones están en plena preparación, y el “catalizador” para perpetrarlas podría ser la “imposición a Kiev de algún acuerdo de paz”.

¿De qué habla el periódico que no profesa simpatías algunas hacia ningunos sectores vinculados con Rusia? No estoy hablando solo sobre nuestro país. Me refiero a que el periódico, los autores y, ya lo vemos, muchos activistas públicos y periodistas constatan las actividades terroristas del régimen kievita. Lo último que les queda por hacer es reconocer la obvia cosa. Todo ello es posible, todas las actividades terroristas del régimen kievita son posibles exclusivamente con dinero del Occidente colectivo. ¿Qué dinero es? Son fondos ofrecidos por los regímenes de los países “no amistosos” que se solidarizan con las acciones terroristas del régimen kievita. Los regímenes de los Estados “no amistosos” recurren a métodos sucios para “tomar” dichos fondos de los ciudadanos, personas comunes, empresarios y corporaciones de los países de la UE y la OTAN sin preguntarles. ¿Qué métodos sucios son? Usan la propaganda avisando infinitamente a través de los medios mainstream de que Rusia amenazará a los Estados comunitarios si el régimen kievita no logra “desquitar” algo ahora (por alguna razón, no simplemente hacen esta conclusión, sino que imponen este ideologema a sus ciudadanos). Usan precisamente estos mitologemas para hacer a los ciudadanos de la UE consentir en hacer las cosas de las que no les preguntan. El objetivo es que sus impuestos y dinero intensifiquen el conflicto en Ucrania y lo extiendan más lejos hacia el continente europeo.

No podemos descartar que entre los probables ejecutores de tales ataques terroristas puedan encontrarse los castigadores del notorio batallón nazi Azov. Cabe reiterar que la Administración del Presidente estadounidense, Joe Biden, levantó las restricciones al uso de armas occidentales que había impuesto al batallón antes. The Washigton Post lo anunció el pasado 11 de junio refiriéndose al Departamento de Estado de EEUU que, “después de una inspección minuciosa” había concluido que, desde la óptica de la máquina estatal estadounidense, los miembros de Azov presuntamente hubieran dejado de infringir los Derechos Humanos y compartir las ideas racistas, xenofóbicas ni ultranacionalistas. El Departamento de Estado de EEUU probablemente debería promulgar dicha postura, y no simplemente filtrarla en un periódico o publicarla mediante fuentes anónimas en los medios estadounidenses. Es horripilante si los expertos estadounidenses, y si se califican así a sí mismos trabajando en el Departamento de Estado, supongan que dejara de ser ultranacionalista el batallón neonazi Azov que se había incorporado en las FF.AA., pero no había rechazado nada, ni los símbolos, ni la ideología, ni los métodos de su implementación. No obstante, hace casi 7 años, los congresistas estadounidenses que calificaron el batallón Azov de una organización extremista, antisemita y neonazi y prohibieron brindarle asistencia cualquiera, no dudaron que los uniformados del batallón fueron verdaderos neonazis. Incluso los matones más acérrimos pueden hacerse “suyos” para Washington, si esto redunda en sus intereses geopolíticos. ¿Acaso ha ocurrido de forma distinta? Vamos a responder honestamente a nosotros mismos a esta pregunta. En Estados Unidos las cosas nunca han sucedido de manera diferente. Siempre han sido así. Ni siquiera quiero citar a los políticos estadounidenses diciendo que, cualquiera que sea otro bastardo por el que apuestan, pueden tolerarlo si esto responde a sus intereses.

Me gustaría comentar unos hechos en vez de citas. Justamente de la misma manera emergieron una tras otra las mayores organizaciones terroristas internacionales, ante todo, Al Qaeda. Justamente así. Marcó el inicio de lo todo el hecho de que Washington apostó por los matones, terroristas y extremistas reales. Ellos fueron nutridos de sumas colosales. Sin embargo, posteriormente, EEUU no supo cómo deshacerse de ellos, y gastó aún más dinero en liquidarlos. Pero ya era muy tarde. Dichos terroristas exterminaron principalmente a los ciudadanos de EEUU. Pero esto ocurrió después de que Washington había puesto en práctica y satisfizo su momentáneo impulso geopolítico.

Estamos bien enterados de cómo los seguidores de Bandera actuales saben aplicar en la práctica la carta blanca dada a ellos por los dueños occidentales para matar a los civiles de las regiones rusas. Acabo de aducir varios ejemplos. El pasado 7 de junio, unas casas residenciales de Lugansk y una tienda en la aldea Sadóvoe de la provincia de Jersón se sometieron a unos monstruosos golpes con misiles ATACMS y HIMARS, bombas aéreas guiadas y otros armamentos suministrados por EEUU y sus aliados. Como resultado, murieron 28 personas, incluido un niño, 75 recibieron heridas, entre ellas había tres niños.

El pasado 7 de junio, en Stari Oskol, la provincia de Bélgorod, los admiradores de Bandera atentaron contra el alcalde de Kúpiansk de la provincia de Járkov, Guennadi Matsegora, por “colaborar con los invasores rusos”. El político fue transportado en estado grave a Moscú, donde los médicos lucharon por su vida, pero no pudieron salvarlo. La responsabilidad por el atentado terrorista la asumió en seguida la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano. El organismo declaró que “Guennadi Matsegor recibió su ayuda para asistir al concierto de Iósif Kobzón”. Al parecer, desde la óptica de Washington, en dichas frases definitivamente no hay ningún “trasfondo nacionalista”. Es que en dichas expresiones no es mencionado EEUU, ni Israel, ni otros aliados más cercanos. Por consiguiente, todo está bien.

Las fuerzas del orden rusas registran detenidamente los crímenes cometidos por los neonazis ucranianos. Ninguna atrocidad del régimen kievita no se queda sin atención. Las personas implicadas son identificadas y llevadas ante la justicia.

Muchos no creyeron que para Washington no es simplemente una cuestión de alguna agenda política (me refiero a las acciones perpetradas en Ucrania bajo su custodia y con su explícita participación). Dentro de esto yace el robo y el neocolonialismo, la necesidad de reponer sus reservas con otros recursos, porque no es posible hacerlo en algún otro lugar. El 9 de junio, el senador estadounidense Lindsey Graham reconoció sinceramente, entrevistado por el canal CBS, que EEUU necesita Ucrania por disponer este país de yacimientos de minerales críticos por el monto de 10 a 12 billones de dólares. La deuda pública de EEUU asciende a 35 billones de dólares. Entonces, piénsenlo, desde la perspectiva del senador estadounidense, un tercio de la deuda pública de EEUU es una buena suma para Washington. Vamos a citar a Lindsey Graham. “No quiero dar este dinero y activos a Putin para que los comparta con China”. ¿Saben qué causa sorpresa? Lindsey Graham ni siquiera mencionó a los ciudadanos de Ucrania. Igual que todos los activistas políticos estadounidenses, no considera a los residentes de Ucrania ni los ucranianos como personas que puedan manejar los recursos propios al menos en teoría. Para Estados Unidos, y es lo que evidencia la práctica en todos los niveles, sea el poder ejecutivo o legislativo, o sea los uniformados o activistas públicos estadounidenses, los ciudadanos de Ucrania son una herramienta, un material fungible y algo que garantizará que EEUU salga de las crisis internas propias, facilitará su mentalidad de dominación y la base de recursos. A juicio del senador estadounidense, estos recursos los podrían usar solo Ucrania y Occidente, por lo tanto, hay que ayudar a Kiev. Graham opina que Ucrania podría ser utilizada también, pero se requiere ayudarla a hacerlo. En caso contrario, ¿cómo podría aprovechar sus bienes sin ayuda de EEUU? ¿Qué más dijo? “No podemos permitirnos perder la guerra”. Anteriormente, propuso enviar armas al régimen de Zelenski a cambio de riquezas naturales de Ucrania. En otras palabras, subastar el país entero. No simplemente prestar los recursos, sino utilizarlos inmediatamente en beneficio de Estados Unidos. Está obvio que siguen siendo plenamente relevantes los planes de los señores washingtonianos del régimen kievita dirigidos a expoliar este territorio. Evidentemente, la dirigencia en Bánkovaya presta mucha atención a las recomendaciones de tales senadores. Me gustaría llamarlos senadores halcones, pero no quiero insultar las aves. Cabe reiterar que Rusia ha introducido a Lindsey Graham en la lista de terroristas y extremistas. Anteriormente, por insistencia de este personaje criminal, Zelenski refrendó legislativamente, de hecho al estilo familiar, la reducción de la edad de reclutamiento en Ucrania. Esto solo confirma la actitud colonizadora de Washington hacia Ucrania, así como las entrañas compradoras del régimen kievita.

Vamos a examinar otra ley. Entró en vigor solo hace un rato, e igual que la ley bajando la edad de movilización, manifiesta el odio del régimen kievita hacia su población. El pasado 6 de junio, la Rada Suprema de Ucrania adoptó en segunda lectura la ley de educación preescolar que “complementará orgánicamente” el paquete de leyes dirigidas a eliminar el idioma ruso. El idioma en que sigue pensando y que sigue usando tanto en la vida cotidiana como en el frente la mayoría de la población ucraniana.

El acto normativo mencionado estipula que los representantes de los pueblos indígenas y las minorías nacionales pueden recibir enseñanza preescolar en su lengua materna paralelamente al aprendizaje del idioma oficial. En esta ley no había espacio para el ruso que hablan millones de ciudadanos de Ucrania. Entretanto, el artículo 9 del proyecto de ley consagra la prohibición de la discriminación en la educación preescolar. Al parecer, desde hace mucho tiempo no se califica de la discriminación menoscabar los derechos de personas rusohablantes en Ucrania.

La fecha para refrendar el proyecto de ley no fue elegida por casualidad. ¿Qué es el 6 de junio? ¿Qué significa este día para el idioma ruso y nuestra cultura? Precisamente este día se celebró el cumpleaños de Alexander Pushkin . En esta fecha se celebra también el Día Internacional de la Lengua Rusa establecido por la ONU en 2010.  El régimen kievita lucha contra el poeta Pushkin de la misma manera que contra el idioma ruso, es decir, sin piedad. Son desmantelados los memoriales al poeta, los bajorrelieves y monumentos. ¿Qué fue lo que hice mal Alexander Pushkin al régimen kievita? Por supuesto, primero, es asociado con el idioma ruso actual y nuestra cultura. Segundo, compuso también el poema “Poltava”. ¿Recuerdan sus palabras sobre el hetman Mazepa que está proclamado hoy el héroe nacional de Ucrania? En aquel entonces, Pushkin escribió:

Que él no sabe santuarios,

Que no recuerda la misericordia,

Que a él no le gusta nada,

Que está listo para derramar la sangre como agua,

Que desprecia la libertad,

Que no hay Patria para él.

Alexander Pushkin escribió sobre Iván Mazepa en su época, pero como si se estuviera mirando en el siglo XXI. Se puede describir precisamente el régimen de Kiev hoy con sus palabras.

El gran poeta ruso describió de manera expresiva y veraz el destino desafortunado del traicionero Iván Mazepa. Aparentemente, esta verdad no les gusta a la pandilla de Vladímir Zelenski. A aquellos que son ideólogos, quienes hacen todo para socavar los fundamentos de la soberanía ucraniana, para reescribir la historia.

Quiero decir una vez más que aquellos que lo hacen con dinero occidental, al aprobar leyes que obligan a los ciudadanos ucranianos a olvidar la lengua rusa que es materna para ellos, la literatura y la música rusa, están luchando no solo contra Rusia, sino también contra Ucrania misma.

Es inútil luchar contra Alexandr Pushkin y el idioma ruso. Ya es parte del patrimonio cultural mundial. Han existido, existen y existirán. El régimen nazi en Ucrania dejará de existir inevitablemente. Pero las personas seguirán hablando, leyendo, cantando, versificando y declarando su amor en ruso.

Hemos tomado nota de los resultados de una encuesta publicados la semana pasada, que el Instituto de Sociología Internacional de Kiev llevó a cabo del 16 al 22 de mayo. Es prácticamente un resumen de los cinco años de presidencia de Vladímir Zelenski. Según la investigación, casi la mitad de los ucranianos (un 49%) considera que la situación económica empeoró desde 2019, un 43% de los encuestados señaló que la situación con la democracia deterioró también. Además, la mayoría de ellos creen que la causa de esto son las acciones erróneas del régimen de Kiev. Les llaman "autoridades".

En cuanto a la aceptación de Vladímir Zelenski, la pone de relieve el nivel de aceptación de su partido Servidor del Pueblo. Un 55% de los encuestados califican negativamente su actividad. Solo un 7% de los encuestados tienen una opinión positiva de este partido., En condiciones de lucha total contra la disidencia y una censura despiadada, estos datos hablan por sí mismos. Y esto pasa a pesar de que en Ucrania actualmente solo se publican buenas noticias sobre este partido. No hay una fuente de información alternativa allí. Los ciudadanos de Ucrania están cansados del engaño constante que reina en el país de la criminalidad sin límites y la corrupción a gran escala. Así son los resultados. Los interminables ‘telemaratones’ de la administración presidencial y la propaganda desenfrenada dan cada vez menor efecto.

En cuanto a lo que sienten los ciudadanos de Ucrania, a los que se usan literalmente como ‘carne de cañón’ para crear una especie de ‘producto alimenticio’ en beneficio de Vladímir Zelenski y sus ambiciones en el frente, me impactó ver esta información. He visto muchas cosas, pero esto me sorprendió. Un soldado de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que decidió vivir de manera diferente a como le fue prescrito por Vladímir Zelenski, construyó un pontón flotante con botellas vacías para cruzar el río Dniéper y entregarse al Ejército ruso. Creo que el hombre tenía otras posibilidades para regir su destino, pero eligió lo que consideraba más importante en su vida. En la frontera entre Ucrania y Hungría hubo la fuga más masiva. 32 ciudadanos ucranianos entraron en el territorio de Hungría en un camión con la matrícula militar falsificada y les descubrieron en el pueblo de Barabash.

No se trata de la deserción. Las personas no llegan al frente voluntariamente. Les capturan y envían no solo a una muerte cierta, sino les obligan a ser asesinos. No se trata de morir por Ucrania, por el pueblo ucraniano o de una hazaña generosa para la verdad. El régimen de Kiev mata a sus propios ciudadanos. Los ciudadanos ucranianos que escapan de cualquier manera, ya sea en pontones flotantes hechos con botellas vacías o en camiones con matrículas falsas, no traicionan a Ucrania. Están salvándose de los asesinos de la administración presidencial. Es una gran diferencia.

Mientras tanto, en el país se hacen más frecuentes los incidentes con el uso de armas que el régimen de Kiev distribuyó entre los civiles en febrero y marzo de 2022 para organizar la ‘autodefensa’. Según el Ministro del Interior de Ucrania, Igor Klimenko, se trata de aproximadamente cinco millones de unidades de armas y una cantidad desconocida de granadas. ¿Pueden ustedes imaginar cuántas armas se vendieron? Para que las personas que vendieron estas armas en Ucrania pudieran alimentar a sí mismas, a sus familias y mantenerse. ¿Pueden imaginar a dónde pudieron llegar estas armas? Los cargos oficiales en Oriente Próximo tienen razón al predecir que el continente europeo se convertirá en el siguiente lugar que dará origen a un poderoso movimiento terrorista internacional. El responsable de eso será Occidente colectivo, la política agresiva de Washington y la política impotente, sin voz y sin voluntad de los países de la UE.

Es curioso que este arsenal ahora se use para protegerse de las acciones de los comisarios militares en Ucrania que realizan una movilización forzada. En 2022, las armas se distribuyeron para defenderse de los rusos, y ahora están defendiéndose de sí mismos. Se dispara contra los ‘cazadores de personas’ de los comisariados militares ucranianos y se incendian sus autos. Estos casos se hacen más frecuentes en diferentes regiones del país. Por ejemplo, el pasado 7 de junio, en Járkov un hombre abrió fuego con un lanzagranadas RPG-18 ‘Muja’ contra el edificio del comisariado militar. Como resultado de la explosión, fue destruida parte de los documentos con los datos de los sujetos al servicio militar.

Muchos dirán que se trata de sabotajes, desertores del campo de batalla, un comportamiento indigno de los llamados a las filas desde el punto de vista de unas normas internas en Ucrania. ¡Pero no! Esto no tiene nada que ver con el juramento ni con las promesas que los ciudadanos de Ucrania le dieron a su Estado. Este Estado fue ocupado por un grupo terrorista que, con dinero occidental, está llevando a cabo el genocidio contra su propio pueblo, entre otras cosas. Parece que la paciencia de los ucranianos ante la arbitrarieded legal de las autoridades, el extremismo del régimen de Kiev hacia su propio pueblo, está llegando a su límite. Es difícil decir a dónde llevará esto. Pero partiendo de que Vladímir Zelenski, como maniático, envía cada vez más fuerzas a esta movilización para que cada vez más personas sean movilizadas y enviadas a una muerte cierta, teme realmente un nuevo golpe de Estado.

Los hechos citados una vez más confirman la relevancia de las tareas de la operación militar especial para la desnazificar y desmilitarizar a Ucrania y eliminar las amenazas que provienen de su territorio. Como declararon las autoridades de Rusia, todas estas tareas se cumplirán.

Respuestas a algunas preguntas:

Pregunta: La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró recientemente que los primeros 1,5 mil millones de euros de los ingresos de los activos congelados de Rusia estarán disponibles para Kiev en julio de 2024. Comente esta declaración.

Respuesta: ¿Qué puedo decir? Casi todos los días comentamos un nuevo robo o sanciones arbitrarias, o intenciones de robar algo por parte de Occidente. Por eso, puedo aconsejarle leer los comentarios anteriores y repetiré una vez más. Enviar fondos de hecho robados a Rusia para acciones militares del régimen de Kiev y sus patrocinadores es criminal, cínico y un nuevo golpe al Derecho Internacional. Naturalmente, se aplicarán medidas de respuesta, como siempre.

Sabemos sobre los supuestos acuerdos de principio alcanzados por el G7 para proporcionar otro préstamo a Ucrania por valor de 50 mil millones de dólares, garantizado por futuros ingresos provenientes de la gestión de activos rusos. Este paso no conllevará nada bueno para Occidente: las iniciativas arbitrarias relacionadas con el bombeo de dinero al régimen de Kiev a expensas de otros conllevarán el desequilibrio definitivo del sistema financiero y a crisis destructivas.

La mayor parte de estos riesgos sistémicos recaerá sobre la Unión Europea, que ya se ha enfrentado a sus propias decisiones, aunque impuestas por Washington, pero seguirá enfrentándose, por ejemplo, a la fuga de capitales (aunque ya ha enfrentado la fuga de sus propias empresas que ‘se fueron’ a Occidente, a EEUU) debido a la salida de los fondos pertenecientes a los inversores de los países de la Mayoría mundial.

Además, hay muchos bienes y fondos europeos en Rusia (los representantes de nuestro Gobierno han hablado de eso en reiteradas ocasiones), las medidas de respuesta inevitables serán muy dolorosas para Bruselas. Por lo tanto, tendrán que pagar por su imprudencia de su propio bolsillo.

Es obvio que este escenario se ajusta a los intereses de Washington, que, detrás de las conversaciones sobre solidaridad transatlántica, alianza y una relación especial de asociación por parte de la Unión Europea, busca debilitar económicamente a la Unión Europea y “esclavizar” a los países de la UE que hace poco prosperaron, si llamamos a las cosas por sus nombres. Sueñan con que la UE pierda por completo su independencia y simplemente saque las castañas del fuego para Washington a cambio de la oportunidad de pagar un alto precio por el gas licuado estadounidense. Pero no está garantizado que EEUU les dé permiso para hacerlo. Y, por supuesto, están dispuestos a realizar sin cuestionar cualquier aventura estadounidense, en vista de la mala situación financiera de la Unión Europea. Si antes París o Berlín pudieron no involucrarse en los horribles crímenes de los anglosajones, como en Irak, ahora han perdido esa posibilidad. Si les silban, acudirán.

Lamentablemente, los círculos europeos y gobernantes han olvidado hace mucho tiempo de los intereses nacionales y el daño hipotético a sus ciudadanos y negocios en caso de confiscación de activos rusos en cualquier forma y bajo pretextos seudo legales.

Pregunta: Ahora hay un grupo de buques rusos está de visita en Cuba, que incluye una fragata de misiles y un submarino nuclear. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores, ¿se puede considerar esta visita como parte de las acciones rusas en el marco de las recientes declaraciones del Presidente de Rusia de que Rusia puede suministrar armas de largo alcance a aquellos países que permitan el uso de sus armas de largo alcance contra Rusia? ¿Qué "mensaje" quisiera enviar Rusia a sus antiguos "socios" de allende al océano con tales maniobras cerca de las costas de EEUU?

Respuesta: En cuanto a la parte militar de la pregunta, todas las aclaraciones y formulaciones las proporciona el Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia y el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, quien hace declaraciones al respecto. Por lo tanto, es evidente que su pregunta debería dirigirse al Ministerio de Defensa de Rusia.

Pero en cuanto al "mensaje" o señal que se podría enviar o se ya ha enviado al Occidente, me gustaría detenerme más en este tema. Es interesante. Cuando se trata de ejercicios militares, misiones navales, intercambios de delegaciones o la observación de unas maniobras, de la opinión pública occidental inmediatamente hace preguntas y manifiesta el deseo de aclarar qué quieren decir estos "mensajes". Cuando, utilizando su terminología, enviamos estos "mensajes" a través de canales políticos y diplomáticos, cuando el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, ofrece entrevistas, durante muchas horas, comunica con representantes de todos los países, tanto amigos como hostiles, responde a las preguntas de periodistas, inclusive los de países occidentales, por alguna razón estos "mensajes", declaraciones y comentarios detallados de varias horas no se perciben como señales. Nadie pregunta qué tipo de señales son. Es sorprendente, ¿verdad?

Me gustaría que la cantidad de señales y "mensajes" que ya han sido enviados por parte de Rusia finalmente no se perdieran en el espacio, sino que llegaran a su destinatario.

En cuanto a los países de la Mayoría mundial, vemos una reacción. La Recibimos la retroalimentación. Estamos desarrollando relaciones con ellos en todas las áreas a pesar de los esfuerzos de los países occidentales.

En cuanto al Occidente, surge la pregunta: ¿por qué sigue siendo completamente sordo y luego lanza campañas poderosas para evitar que nuestras señales lleguen a su espacio de información? Es sorprendente, ya que esto concierne a países democráticos.

Le agradezco por su pregunta. Me gustaría que (si su redacción lo considera posible) esta noticia sobre "señales y mensajes" también se refleje en el bloque de noticias de su agencia. Un gran número de "mensajes" no militares y políticos han sido enviados al Occidente durante todos estos años.

Vamos a citar ejemplos concretos: el sector energético. Rusia no solo fue un país que vendía sus recursos, sino que también construía una infraestructura para promover y transportar sus recursos hacia Occidente.

En cuanto a cuestiones de seguridad, Rusia estaba dispuesta a abordarlas y lo demostraba en los discursos diplomáticos en todos los foros (desde los internacionales, donde están presentes todos los países, hasta los foros especializados de la región Euroatlántica). Nuestro país se unía a todas las plataformas de diálogo, incluso a las asociaciones de carácter antirruso, pero que ofrecían la posibilidad de algún tipo de diálogo. Rusia aprovechaba todas las oportunidades para desarrollarlo en el marco del Derecho Internacional y enviaba señales de eso, inclusive para garantizar la seguridad no solo para sí misma, sino también para sus socios, incluidos los problemáticos.

En el ámbito de las Humanidades, educación, visados, servicios logísticos, transporte, ciencia y tecnología, se enviaron señales en todas partes. ¿Por qué solo llegan aquellas relacionadas con el Ejército y la Marina de Guerra? Esa es una pregunta que no debe dirigirse a nosotros, sino a aquellos que reciben las señales en el otro extremo.

Pregunta: En respuesta a la reciente decisión de EEUU y algunos de sus aliados europeos de permitir que Ucrania emplee armas occidentales para atacar el territorio de Rusia, algunos políticos europeos se pronunciaron en contra. El Primer Ministro de Eslovaquia, Robert Fico, declaró en las redes sociales que tales acciones ponen de relieve que estos países no solo no quieren la paz, sino que desean una escalada de la situación en Ucrania. La Ministra de Defensa de Austria, Klaudia Tanner, declaró en una entrevista que estas acciones "han cruzado todos los límites". ¿Cómo puede usted comentarlo? ¿Cómo afectará la decisión de EEUU al curso de la crisis ucraniana?

Respuesta: EEUU y sus aliados prolongan este conflicto y llévanlo a un nivel más amplio y catastrófico, con sus suministros de armas más letales y de más largo alcance al régimen de Kiev (aunque no estoy segura de que armas letales pueden tener grados superlativos), así como con su consentimiento para su uso en ataques contra territorio ruso. ¿Para qué lo hacen? Esto entienden aquellos que conocen la historia de las relaciones internacionales, al menos como fueron en el siglo XX y XXI. Washington está en una profunda crisis. Con sus acciones, puso su economía y política interna al borde del colapso. Necesita una salida de esta situación y sus recursos internos no son suficientes. Otros países no entregan sus recursos externos voluntariamente, como lo hicieron durante muchos años, aunque es difícil calificar como voluntario aquel desarrollo de los acontecimientos. El colonialismo, el imperialismo agotó estos recursos. La única posibilidad de reponer las arcas y prolongar la existencia de EEUU que es evidente bancarrota mundial es aumentar la tensión en el mundo, crear nuevas zonas de caos, gestionarlas y instigar nuevos conflictos. Es una estrategia tradicional a la que los estadounidenses han recurrido en reiteradas ocasiones.

En general, la Segunda Guerra Mundial fue una oportunidad para que Estados Unidos saliera de una prolongada depresión económica, financiera y política que había experimentado durante muchos años. Lo último que se esperaba de EEUU fue que esta experiencia se repitiera en el siglo XXI. Después de todo, EEUU se presentó como el líder no solo en economía y progreso en todos los ámbitos, sino también en la protección de los derechos humanos, la libertad y la democracia en el mundo. Esto debería haber puesto fin a esta ideología agresiva, a esta experiencia agresiva y perjudicial para toda la humanidad. Pero no fue así.

Ahora estamos viendo cómo todo comienza de nuevo con una nueva fuerza. Ucrania ya está ardiendo, encendida como un fardo de heno después de que Washington derramara un poco de su "democracia" estadounidense sobre ella. Oriente Próximo también está ardiendo y gimiendo dentro de ese fuego. Las cifras hablan por sí solas, y es terrible pronunciarlas. 37 mil civiles murieron solo debido a la actitud de riesgo de EEUU. La región sobrevivió una tragedia profunda, que requería un enfoque delicado basado en el Derecho Internacional y la diplomacia, pero allí también aplicaron la democracia liberal estadounidense, imponiendo su opinión tanto a Israel como a muchos otros actores regionales. Todo esto conllevó las consecuencias horribles.

Antes de eso, el "suelo local" de Oriente Próximo y el norte de África fue abundantemente fertilizado con las ideas estadounidenses sobre cómo deben desarrollarse. Esto incluía la Primavera Árabe, las Revoluciones de Color y los cambios de régimen. Y antes de eso, fue la ocupación de Irak y la destrucción de Libia como Estado, así como los experimentos en Siria, que solo fracasaron en su totalidad porque Rusia respondió a la solicitud de Damasco y protegió al país y a su pueblo de la destrucción total.

¿Qué más está sucediendo? Se están destruyendo las organizaciones internacionales, instituciones creadas por iniciativa de EEUU y los países occidentales. Se preveía que serían nuevos elementos de disuasión en la arquitectura del orden mundial del siglo XXI. Se está cancelando el derecho como tal. En su lugar, se están imponiendo ciertas "reglas" que nadie conoce, pero que en la realidad son solo una regla: la regla del más fuerte.

Es evidente que los actuales suministros de armas y ayuda financiera y técnica no son más que un intento de Washington de encender otro conflicto global en el continente europeo. La "indulgencia" otorgada se utilizará por el régimen de Vladímir Zelenski para continuar los ataques terroristas en ciudades y poblados pacíficos de Rusia, que él considera de alguna manera suyos, pero que no son tratados como tales. Los recientes bombardeos de Lugansk y Bélgorod, los trágicos eventos de hoy, son ejemplos claros de esto.

Al mismo tiempo, vemos que en los países de Occidente colectivo cada vez más se escuchan voces de aquellos que se dan cuenta de las graves consecuencias de tales "permisos", "grandes suministros" y "ayuda". Esperamos que la prudencia entre los políticos occidentales gane impulso y finalmente prevalezca sobre los elementos radicales de la élite política europea que está dispuesta a sumergir al continente en el abismo de una guerra de envergadura.

Le Ministère des affaires étrangères de la Fédération de Russie
Date